Las dificultades en el proceso de aprendizaje es una de las preocupaciones de las instituciones educativas, ya que los niveles de aprendizaje no son homogéneos, siempre existen estudiantes que necesitan nuevas estrategias para mejorar su aprendizaje. Por lo tanto los docente como orientadores que somos debemos estar pendientes no solo de los contenidos y la manera como los asumen, sino también preocuparnos por las relaciones interpersonales de los educandos. Y más en las instituciones de hoy que por sus características tienden a ser más diversas que en otros tiempos.
A las instituciones llegan estudiantes de todo tipo y situación. Bien sea situación económica precaria, situación de violencia, o simplemente abandono de los padres, que en muchos casos no es voluntario sino por situación laboral.
En este contexto, es evidente que si queremos superar el nivel de aprendizaje de nuestros estudiantes es necesario crear estrategias de acompañamiento y seguimiento que involucren a los estudiante, padres de familia y docentes de tal manera que a través del trabajo conjunto se supere el nivel de dificultad que existe.
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